DOSIS DE CONOCIMIENTO:
Cada año, tres días antes del inicio de la Cuaresma, se festeja, sobre todo en la mayoría de los países de religión católica, las fiestas de carnaval, una celebración conocida por su colorido, alegría y en la que los adeptos a la religión desatan los pecados que durante los siguientes cuarenta días deben evitar, según la creencia católica, por la conmemoración de la Semana Santa, época de reflexión debido a la muerte y resurrección de Jesucristo, único hijo de Dios y que, según el evangelio, vino a salvar al mundo del pecado.
El coordinador del Acervo Histórico del Zulia, José Gregorio González, detalló que esta celebración representa “una fiesta pagana, donde el exceso en comidas, licor abunda en ocasiones. De hecho, de ahí viene el nombre de carnaval (fiesta de la carne), que precede a la celebración de la Cuaresma, que son los 40 días antes de las festividades propias de la Semana Santa”.
González afirmó que de esta manera el carnaval se convierte en una “válvula de escape o una catarsis” que desarrolla la sociedad para hacer de esta forma lo que le plazca, sin importar el pecado de la gula o de la lujuria.
¿Pero, dónde se origina el carnaval y en honor a quién se celebra?
Según la investigación realizada por NAD, el carnaval data de hace 5.000 años, cuando en la celebraciones realizadas en Egipto y Sumeria se adoraba al dios Baco, dios pagano del vino, así como a Saturno, dios de la siembra y la cosecha. Es por ello que en la antigüedad tales fiestas eran denominadas “Bacanales” y “Saturnalias”. Eran celebraciones desenfrenadas, donde el alcohol era sus principales característica.
En la época romana se continuaron estas costumbres siguiendo los designios de Momo, dios de la noche, del sueño, de la burla, la locura, quien divertía a los demás dioses con sus ocurrencias, pero que posteriormente fue expulsado del Olimpo, debido a que éstos no aguantaron su ironía.
A Momo se le consideraba como un dios divertido, al que le gustaba realizar chistes, usar máscaras y atuendos coloridos, es por ello que se le representa como un arlequín. En la actualidad su máxima adoración puede verse reflejada en los carnavales de Río de Janeiro, en Brasil, donde cada año, durante tres días, se le hace entrega a un hombre disfrazado de “Rey Momo” de las llaves de la ciudad, dando paso a una de las celebraciones carnestolendas más llamativas del mundo.
Carnaval en Venezuela
En nuestro país el carnaval data de la época de la colonia con la llegada de los españoles, quienes implantaron la costumbre en los habitantes de Venezuela, pero no fue hasta 1873, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, que esta festividad alcanzó la mayor popularidad.
Anterior al gobierno de Blanco, esta tradición en el país era celebrada con descontrol y locura, según relata el libro “Maracaibo calor y expresión”, de Macías J. Martínez. Este autor expresa que en años de la colonia los carnavales se celebraban al mejor estilo de Viena, Roma y Nápoles, pero con el transcurrir del tiempo, esta cultura se fue “deformando” hasta llegar al punto que durante los tres días de las actividades “la ciudad parecía más bien sitiada por el enemigo”.
En el escrito se detalla que los habitantes de algunas ciudades del país, donde la celebración era más enfatizada, debían esconderse y cerrar las puertas y ventanas de sus casas, mientras los llamados “Bacantes” corrían por las calles atacando a todo aquel que se encontraran, sin importar que se tratara de niños o ancianos. “Nadie escapaba del jeringazo, o del cucharonazo de agua o de un barniz de bermellón, almagre, hollín, etc.”, expresa Martínez en su texto.
Con la llegada de Blanco al poder, algunos de estos “juegos pesados” fueron prohibidos, como por ejemplo el carnaval con agua (el cual no duró mucho tiempo en regresar), y se abrieron las puertas a un carnaval lleno de carrozas, confeti, comparsas y disfraces, que hasta hoy en día se sigue celebrando en diversas zonas del territorio nacional.
En Venezuela, las festividades carnestolendas más conocidas son las de Carúpano (Sucre), El Callao (Bolívar), Puerto Cabello (Carabobo), Maturín (Monagas) y en el occidente del país los carnavales de Barquisimeto (Lara), Mérida, conocidos como “Ferias del Sol”, y Boconó (Trujillo),ciudades en las que miles de turistas llegan cada año para disfrutar de la creatividad y el ingenio de quienes desfilan al compas de la música, durante tres días, sus coloridos atuendos, como un escape social antes de la llegada de la Cuaresma.
ASÍ CELEBRAMOS
LA VIDA ES UN CARNAVAL
Desfile de Disfraces |
Presentación de Candidatas |
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